Ella es Gaena, la elfa que me inspira y me acompaña.

15 de marzo de 2011

Aprendemos con el tiempo que.....

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia
entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás
que amar no significa apoyarse, y que compañía no
siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son
contratos, ni regalos, ni promesas… comenzarás a
aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la
mirada al frente, con la gracia de un niño y no con
la tristeza de un adulto y aprenderás a construir
hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana
es incierto para los proyectos y el futuro tiene la
costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si
te expones demasiado… aceptarás incluso que las
personas buenas podrían herirte alguna vez y
necesitarás perdonarlas…
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del
alma… descubrirás que lleva años construir
confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu
también podrás hacer cosas de las que te
arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan
creciendo a pesar de las distancias, y que no importa
que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida,
y que los buenos amigos son la familia que nos
permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si
estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con
tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente
nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las
personas que más te importan y por eso siempre
debemos decir a esas personas que las amamos, porque
nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez
que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que
nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero
nosotros somos los únicos responsables de lo que
hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar
con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para
mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a
ser la persona que
quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a
donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar
sirve…
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te
controlaran y que ser
flexible no significa ser débil o no tener
personalidad, porque no importa cuan delicada y
frágil sea una situación: siempre existen dos
lados.
Aprenderás que héroes son las
personas que hicieron lo que era necesario,
enfrentando las consecuencias… aprenderás que la
paciencia requiere mucha práctica.
Descubrirás que algunas veces, la persona que
esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una
de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar
tiene más que ver con lo que has aprendido de las
experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de
lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que
sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son
tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese
porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho
a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la
forma que quieres,
no significa que no te ame con todo lo que puede,
porque hay personas que nos aman, pero que no saben
como demostrarlo…
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien,
algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti
mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con que
juzgas, también serás juzgado y en algún momento
condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu
corazón se partió, el mundo no se detiene para que
lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver
hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio
jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que
alguien te traiga flores.
Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que
puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir
mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías
que no se podía más. Es que realmente la vida vale
cuando tienes el valor de enfrentarla.


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