Ella es ....Aurora

Conocí a Aurora de forma casual, apareció de repente ahí a través de alguien en común. Me contó a golpes y pedacitos de dolor como tuvo que crecer bajo la tutela de una mujer tremendamente dura.

Empecé a quererla como quien empieza una aventura, la diferencia fue que supe que esa aventura no tiene fin.

Cuando la conocí, Aurora era una niña triste, indefensa, no podía acercarse a nadie sin miedo a ser de nuevo herida, recuerdo que no entendía muchas cosas por mucho que se le explicara, se quejaba por lo injusta que fue su infancia…sufría!

Fue un día, tras haberle dado todas las herramientas y recursos que conocía para crecer, recordé que los niños, no aprendemos por lo que nos dicen, sino a través de las experiencias, recordé que necesitamos quemarnos con la plancha para saber que la plancha quema y que cuando somos niños a veces no entendemos lo que un adulto nos dice por muy buena intención que se tenga.

Así fue como desde mi experiencia dí permiso a Aurora..para que se quemara con la plancha, atravesara su desierto personal, se diera de narices con su dolor para que pudiera encontrar la joya de su Alma y transformar en Amor su dolor.

Así fue como la dejé en apariencia sola.

Y un día me encontré con otro milagro en mi vida, cuando de nuevo veo que a Aurora le dieron de golpe, todos los abrazos que en su momento no tuvo, recuperó mágicamente sus juguetes y con ellos su sonrisa….y creció de una bendita vez!

Ese día tenía delante de mí a una Aurora valiente que a pesar de todos los pesares, se atrevió a cruzar mares y ríos, y a escalar una montaña de dolor para llegar a la cumbre más alta.

Y aunque Aurorita sigue ahí con su sonrisa, ahora hay a su lado una mujer adulta que a pesar de que aún le tiemblan las piernas se enfrenta de lleno a su vida, sabe como Amar porque midió palmo a palmo ese terreno, sabe porque asi tuvo que vivirlo que no hace falta tantísimo equipaje caduco para vivir, ya no se complica mas porque sabe que eso no sirve de nada y lo mas bello es que aprendió la manera de pedirse las cosas que necesita a si misma, porque también aprendió que todo el Amor está en su interior y no ahí afuera.

Y yo siento que esta es una bellísima historia, que ambas estamos viviendo y por la que cada día doy las gracias.

Montse…solo Montse.

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