Ella es Gaena, la elfa que me inspira y me acompaña.

15 de mayo de 2011

Le llamaron Amistad

Desde niños hemos escuchado la palabra amistad, y a través del tiempo hemos comprendido que la palabra "AMISTAD" es usada un sin número de veces y para un sin número de cosas, y cuando digo cosas, me estoy refiriendo a que se le da este nombre a hechos o personas que en realidad no tendrían porqué tener este título.

La amistad no es algo de un segundo y que después se olvida, sino por el contario es algo que va mas allá del tiempo, de la distancia, de los errores, de los obstáculos, del orgullo, la amistad es algo más grande de lo que hemos aprendido con el tiempo, no es solo una palabra inventada para anotarla en el gran diccionario de la lengua española, tampoco es que va y viene sino que permanece.

Amistad es darlo todo sin ningún egoísmo, es renunciar para dar, es callar para poder escuchar, es más, esa frase que tanto escuchamos "soy todo oídos" deberíamos tomarla literalmente cuando se trata de amistad y así aprenderíamos que es mucho mejor escuchar que hablar, la amistad, es como un fuego en tu interior, un fuego que se mantiene encendido sin importar lo que pueda pasar, las amistades verdaderas son aquellas que llegan en el momento indicado, pero también son aquellas que no se alejan en el momento menos indicado, en fin, podría decirles mucho más sobre las amistades verdaderas, pero quisiera centrarme en lo que es más importante, en el cuidado que debemos darle a esas amistades verdaderas; exteriormente siempre queremos mostrarnos fuertes e indestructibles, cuando en el fondo sabemos que somos seres frágiles, por esto, te invito a que por favor tomemos conciencia del valor que tiene un gran y verdadero amigo/a, pues ellos son los que sin una palabra, con solo una mirada pueden conocer tu interior y armarse de valor para combatir a tu lado, o tan solo para que te apoyes en su hombro.

Ninguna relación puede funcionar si no aceptamos a las personas como realmente son en su vida pública. Como seres humanos tendemos a querer cambiar a los demás y hacerlos a la manera que a nosotros nos parecen que deben ser.

Es cierto que debemos ser una influencia positiva para los demás; no hay nada malo que imitemos lo bueno de ellos y que ellos, a su vez, imiten lo bueno de nosotros, pero los cambios que se realizan en una persona deben hacerse porque ella así lo desea y no por nuestro afán de cambiarla. Todos tenemos defectos. Muchos de nuestros defectos son productos de la herencia de nuestros padres y abuelos, la educación, el medio. Cuando una persona confía en nosotros y nos demuestra su afecto, debemos ver lo positivo que hay en ella y la oportunidad de enriquecernos aprendiendo de sus virtudes y aceptándola con sus defectos, que son muchos.

Es importante entender que todos somos diferentes y que la verdadera amistad consiste en armonizar nuestras diferencia y apreciar más a fondo lo mejor de nuestros amigos, aceptando aquello que no es placentero, pero que forma parte de su carácter y personalidad.

El buen amigo no abandona en las dificultades, no traiciona; nunca habla mal del amigo, ni permite que, ausente sea criticado, porque sale en su defensa. Amistad es sinceridad, confianza, compartir penas y alegrías, animar, consolar, ayudar con el ejemplo, mas dar que recibir, no busca el provecho propio, la amistad si ha de ser leal y sincera, exige renuncias, rectitud, intercambio de favores, de servicios nobles. Amistad verdadera es sentirte satisfecho de poner en el rostro de tu amigo/a una gran sonrisa y una gran alegría.

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