Conflictos

Los conflictos hacen referencia a un desacuerdo o colisión de valores, necesidades, etc. Los conflictos son algo que nos acompaña a lo largo de toda la vida. Y en todos los grupos sociales. Cuanto mayor sea la proximidad de la relación mayor será la fricción. La convivencia armónica, pacífica y siempre estable es impensable. La fricción existe porque nos ayuda a crecer. Lo único que hay que hacer es entenderla y aprender a manejarla de tal forma que, todos los implicados en el conflicto, aprendan la parte que les corresponda de su lección.

Hay algo importante a tener en cuenta: Si no se necesita aprender algo en un momento determinado no se daría el conflicto en ese momento “determinado”.
Todo conflicto explícito lleva asociado un aprendizaje implícito, y con ello bienestar y crecimiento.

Todos los miembros de una familia, o de un grupo en general… tienen recursos para ir resolviendo los conflictos que nos va presentando el día a día, lo único en lo que podemos ayudar es a daros pistas de donde los tenéis escondidos y como empezar a manejarlos.

Lo que hay que hacer siempre, es educar en aprender a manejar y superar estos conflictos, nunca en huir o ganar, ya que en este caso estaríamos educando en como generar un gran conflicto de un pequeño conflicto…

ENFRIAR LA SITUACION: (sin esto no se puede resolver)

ESCUCHAR ATENTAMENTE: (“para esto tengo una boca y dos oídos: para escuchar por lo menos el doble de lo que hablo”.)

EXPRESARSE DE FORMA RESPETUOSA: Cuando hay un conflicto tendemos a ir hacia abajo en la escala (es decir, descendemos hasta edades inferiores).

EXPONER LOS PROPIOS PUNTOS DE VISTA: Y ser consciente de que solo son eso NUESTROS puntos de vista y por tanto puede haber más e igualmente sólidos.

COMPARTIR EL PODER: En la mayoría de los conflictos siempre hay algo de poder por medio. Hay que procurar que el poder sea compartido, y no que uno se lleve todo y el otro nada. Aprender a compartir el poder y el respeto por los deseos del otro es básico.

CONCILIAR DEMANDAS Y NECESIDADES: se suele confundir lo que queremos con lo que necesitamos, y esto es fuente de conflicto.
Cuando el Conflicto se convierte en una discusión acalorada, Pararse en seco. Airearse y luego continuar con un nuevo formato conversación en lugar de discusión.

*Ojo! decir siempre al otro implicado que se sale y cuanto tiempo, nunca salir sin avisar esto solo aumentará la crispación. Por ejemplo: “salgo 30 minutos que me relaje voy a dar un paseo y luego hablamos mas calmados. (La puerta se cierra sin ira)

No sacar conflictos del pasado en el conflicto presente.

Ser consciente de que detrás de cada conflicto hay una oportunidad. Un conflicto no es un problema, el problema empieza cuando se cree que lo es!

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