Ella es Gaena, la elfa que me inspira y me acompaña.

8 de agosto de 2011

El respeto

Qué quiere decir respeto?

A veces las palabras más sencillas son las más difíciles de definir; son tan claras, las usamos tanto y las entendemos tan bien que. i. nos resulta muy complicado resumir su contenido en términos concisos.
En vez de buscar una definición de diccionario, vayamos por otro camino: la palabra respeto procede de una palabra latina que significa "mirar alrededor". Esto nos puede arrojar mucha luz sobre lo que significa respeto y respetar. ¿Se puede afirmar que el que respeta mira a su alrededor y el que no respeta no lo hace? Pues sí.

¿Cómo se lo explicamos a nuestros hijos?

Lo más claro es hacerlo con imágenes. Será fácil hacerles ver la diferencia entre: a) estar en la cima de un monte, aislado de todo el mundo, contemplando a lo lejos unos pueblos pequeñitos, y b) estar en un vagón de tren lleno de pasajeros que leen, charlan u observan tranquilamente el paisaje.
Pues bien, si en la cima desierta de la montaña pongo en marcha mi radiocasete o mi reproductor de CD con toda su potencia, no voy a faltar al respeto de nadie; si, por el contrario, en medio del vagón de tren hago lo mismo, observaré el enfado de muchos viajeros y posiblemente alguno de ellos o el responsable del tren me llamarán la atención porque no respeto a los demás.
¿Por qué esta diferencia? Porque si desde la cima "miramos a nuestro alrededor", no vemos a nadie; mientras que si "miramos a nuestro alrededor" en la otra situación, vemos a alguien. Ésta es la diferencia.
Quien sabe mirar a su alrededor y ver que hay personas como él, que no está solo, sabrá qué significa respetar. Por el contrario, quien actúa sin observar si hay alguien a su alrededor (o sin tenerlo en cuenta) y se comporta como si estuviera solo, seguramente no respetará a los demás.

Es cierto que el niño debe respetar y también que a él se le debe un enorme respeto

¿Cuando empezamos a enseñarles a respetar?

Desde el momento en que nuestros hijos tengan a alguien a su alrededor, es decir, desde el principio.
- Es que nuestro hijito todavía no entiende nada; es muy pequeñito.
Los padres (los educadores en general) no siempre pretendemos que entiendan lo que les decimos; lo importante es que desde pequeños nos oigan para inculcarles muy lentamente unos hábitos de reflexión y de conducta que los modelarán para toda su vida: a eso llamamos educar. Y, ¡cuidado!, con ello no les quitaremos la libertad. Si los educamos correctamente, les enseñaremos a ser libres, a seguir su conciencia, a modificar los hábitos que les parezcan incorrectos a tener sentido crítico.
La educación, si es correcta, hará libres a nuestros hijos; una educación que no construya seres libres no es una buena educación; a pesar del evidente riesgo que comporta una educación en la libertad.

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