Ella es Gaena, la elfa que me inspira y me acompaña.

14 de agosto de 2011

Y si dejas de criticarte?

Un primer paso sería darse cuenta de cuándo te comportas de un modo autocrítico. Ser consciente de esa voz interior que, como una cantinela de críticas sigue y sigue rebajándote, diciéndote cosas como:

"No tengo remedio, nunca seré, no puedo, soy tan estúpido, por qué yo no, si sólo hubiera hecho…"

Si dejas que esa voz autocrítica se exprese durante todo el día, al final acabarás sintiéndote realmente rebajado. En vez de ello, atrévete a decir: "¡Para! Basta. Lo que realmente me gusta de mí, por ejemplo, es mi afabilidad con los amigos, mi paciencia, mi valor, mi sentido del humor, mi buen gusto en el vestir, y la sensibilidad con la que he tratado a esa persona tan difícil."

En un curso reciente alguien dijo que se dio cuenta de que, si hablara a sus amigos de la misma manera en que lo hacía consigo mismo, ¡no tendría ningún amigo! Tú tienes muchos puntos positivos: te sentirás mejor y serás más efectivo, tanto en tu nivel personal como en tu trabajo, si te aprecias más a ti mismo. La ventaja de esto es que uno se hace menos dependiente de lo que otras personas puedan sentir hacia ti. ¡En cambio esto puede inclinarles a ellos a apreciarte! Estimarte resulta mucho menos agotador que estar criticándote todo el tiempo.

Al principio puede parecerte raro concentrarte en lo bien que lo estás haciendo en lugar de fijarte en lo que no has hecho o en lo que debiste hacer de otra manera. Al final de cada jornada de trabajo, tómate un momento para apreciar lo que has logrado, en lugar de pasar revista mentalmente a todo lo que no has hecho. Luego, cuando estés a solas y necesites un estímulo adicional y alguien que sea amable contigo, puedes darte estima y apoyo.

Así pues, este día hemos de reflexionar en estas palabras y de recordarnos y repetir continuamente la siguiente afirmación:

Me aprecio.

Me quiero.

Imprime esta entrada

0 comentarios: